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¿ Conoces la importancia de tener una piel sana?
Como ya habrás comprobado, este blog y en general este espacio web, tienen el objetivo de difundir la importancia del cuidado de la piel. Pero, ¿te has parado a pensar en qué beneficios puede tener esto, más allá de de los estéticos?
La piel es el órgano más extenso del cuerpo y uno de los más importantes por todas la funciones que realiza. Es vital para nuestra salud y bienestar. Como curiosidad te diré que en un adulto mide aproximadamente 2 metros cuadrados y que puede llegar a pesar hasta 5 Kg.
En este post trataré de explicarte brevemente su estructura y cuáles son esas funciones que lleva a cabo y que la convierten en imprescindible.
Estructura de la piel
Desde el exterior hacia el interior, las capas que conforman la piel son:
- Epidermis
- Dermis
- Hipodermis o tejido subcutáneo

Epidermis
Es la capa más externa de la piel y la que posee mayor número de células. Se caracteriza por estar en constante renovación, y su espesor puede variar de 0.5 mm a 4 mm según la zona del cuerpo.
A su vez, la epidermis se divide en cinco subcapas de células llamadas queratinocitos. Estas células van a experimentar una serie de cambios desde su formación hasta convertirse en células muertas o corneocitos.
- Membrana basal: de las cinco subcapas es la más interna y la que separa la epidermis de la dermis. En ella proliferan los famosos queratinocitos.
- Estrato espinoso: en esta capa comienza el proceso de diferenciación de los queratinocitos. Esto signica que a medida que ascienden hacia la superficie , se modifica su aspecto morfológico, su composición y su funcionalidad.
- Estrato granuloso: en esta capa comienza el proceso de queratinización.
- Estrato lúcido: es una capa de transición entre el estrato granuloso y el córneo.
- Estrato córneo: es la capa más externa de la epidermis. Aquí las células que proceden del estrato granuloso sufren una transformación para convertirse en células muertas o corneocitos, cerrando así el proceso de diferenciación de los queratinocitos iniciales. Finalmente, los corneocitos se irán desprendiendo de forma regular en un proceso conocido como descamación.
Este viaje, en el que las células nuevas formadas en la membrana basal ascienden a la superficie para reemplazar a las viejas, es lo que denominamos renovación celular. El proceso dura aproximadamente un mes. Lo que ocurre es que a medida que envejecemos se ralentiza, y cada vez tardamos más en generar esas células nuevas.
En la epidermis también se encuentran otros dos tipos de células, aunque en menor proporción. Son los melanocitos y las células de Langerhans.
Los melanocitos son las células productoras de melanina, un pigmento natural que determina el color de la piel y que tiene una función protectora frente a la RUV y la luz visible. La producción anormal de melanina genera hiperpigmentación (manchas oscuras) o despigmentación (manchas más claras) de la piel.
Las células de Langerhans, desarrollan un papel decisivo dentro del sistema inmunológico. Derivan de la médula ósea, y su función será la de detectar los posibles patógenos y la de activar los sistemas de defensa del organismo para combatirlos.
Además de todo lo anterior, mencionar que la epidermis está recubierta por una emulsión de agua y lípidos conocida como película hidrolipídica, que también actúa como una barrera frente a bacterias y hongos.
En resumen, la epidermis tiene un papel fundamental en la defensa de nuestro organismo contra cualquier agente patógeno y contra la radiación solar. También se encarga de ofrecer protección frente a agentes químicos y evitar la deshidratación de la piel.
Dermis
Es la estructura de soporte de la piel y la que proporciona resistencia y elasticidad. Gracias a lo vascularizada que está, se encarga también de nutrir las capas más externas.
Los principales elementos que la componen son el colágeno y la elastina. Estas proteínas confieren fuerza y flexibilidad a la piel, y son los responsables de otorgarle un aspecto sano y joven.
El espacio que queda libre entre estas proteínas y las células que conforman la dermis se denomina matriz extracelular o sustancia fundamental. Su importancia se basa en la capacidad de absorber agua y contribuir a mantener el volumen de la piel.
Ocurre que con el paso del tiempo, la producción de colágeno y elastina se ralentiza, y la capacidad de fijar agua por parte de la matriz extracelular disminuye. Como consecuencia, la piel pierde firmeza, tonificación y el aspecto liso, iniciándose así las tan temidas arrugas.
El papel de la dermis es nutrir la epidermis y eliminar los desechos, gracias a la cantidad de vasos sanguíneos que la irrigan. Estos también le permitirán regular la temperatura corporal. Y debido a sus características estructurales, ejercerá una protección frente a estímulos mecánicos.
Hipodermis
Es la capa más interna y actúa como una interfaz entre la piel y los órganos. Compuesta principalmente por adipocitos (células cuya función principal es la de acumular grasa para convertirla en energía), servirá para protegernos de posibles traumatismos, mantener la temperatura corporal y apoyar diferentes estructuras como las raíces del pelo.
El espesor de la hipodermis es muy variable dependiendo de la zona, el peso corporal, la edad o el sexo.
Teniendo una idea general de la estructura de la piel, será mucho más fácil comprender las funciones que lleva a cabo. La importancia de mantenerla sana y la forma en que los cosméticos y otros productos actúan sobre ella.
Funciones de la piel
- Efecto barrera. Una piel sana será la primera línea de defensa contra diferentes microorganismos y sustancias químicas. También nos va a proteger del frío, del calor, de la pérdida de agua y de la radiación solar. Como ya comenté, aquí la epidermis tendrá un papel clave.
- Protección mecánica. Amortiguará traumatismos por presión y golpes.
- Función termorreguladora. La piel será la encargada de mantener nuestra temperatura corporal constante en torno a los 36.5 ºC. Mecanismos como la sudoración y la vasodilatación permitirán enfriar nuestro cuerpo, y la contracción del sistema vascular evitará la pérdida de calor.
- Percepción sensorial. Gracias a las terminaciones nerviosas que posee, podemos sentir la presión, el dolor, la temperatura, etc.
- Regeneración. La piel es capaz de reparar heridas.
- Transmisión de señales. Mediante el color, la textura o el olor es capaz de transmitir lo que ocurre en la propia piel o en los órganos internos. Por ejemplo, ante la falta de oxígeno la piel mostrará jun color azulado.
Por último, la piel tiene también un papel psicológico. Dicho así quizás te parezca exagerado, pero piensa que es la parte del cuerpo más visible, nuestra carta de presentación al mundo, y ciertas afecciones (acné, psoriasis, dermatitis…) pueden llegar a influir de manera muy negativa en el estado de ánimo. Una piel sana nos hace sentir y ver mejor.
Llegados a este punto, ya deberías tener clarísimos los beneficios que aporta tener una piel sana. Todo lo que entre en contacto con ella tendrá una repercusión. El frío. el calor, la humedad, el viento, la contaminación, los jabones que usas a diario, las cremas de tu rutina facial, el maquillaje… Debemos prestar atención a las necesidades de nuestra piel. Necesidades que irán cambiando a lo largo de nuestra vida.
Recuerda que el objetivo principal es mantener la piel sana. Si te esmeras en esto, los resultados de belleza que buscas vendrán solos. De otro modo, es imposible conseguir una piel perfecta, los únicos cambios que verás serán en tu bolsillo.
La clave es la calidad de la piel que maquillas y no la calidad del maquillaje que utilizas.
Espero que este post sea de utilidad para tí, y que te haga reflexionar sobre la importancia del cuidado de la piel.