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Las mascarillas faciales se han convertido en un ritual imprescindible para los más adictos al cuidado de la piel. Se asocian además, con el momento relax de la semana en el que poder dedicarse tiempo a una mismo.
Su uso está cada vez más extendido, aunque en el mundo asiático se remonta a cientos de años atrás. Pero, ¿qué son realmente estos productos cosméticos que están ganando tantos adeptos?
¿Qué son las mascarillas faciales?
Las mascarillas faciales son un complemento al cuidado diario de la piel, de modo que no sustituyen ningún paso de tu rutina habitual pero si ayudan a potenciar sus efectos.
En función de los activos que incorporen, se utilizarán con diferentes fines: hidratar, purificar, exfoliar, calmar, etc.
La mayoría de ellas se aplican con el rostro limpio y seco y se dejan actuar el tiempo indicado por el fabricante, que suele ser entre 15-20 minutos.
Normalmente su uso está restringido a una vez por semana, preferiblemente por la noche, que es cuando tiene lugar la regeneración celular.
Tipos de mascarillas faciales
El mundo de la cosmética está en constante innovación y es probable que te encuentres mascarillas en formatos que desconocías por completo. A continuación te cuento las características principales de cada una de ellas.
1- Mascarillas en crema
Se aplican de forma generosa por todo el rostro, evitando el contorno de ojos y labios, y se dejan actuar unos 15 minutos. Después, dependiendo de la finalidad de la misma:
- Se masajea el producto restante para su total absorción.
- Se elimina el exceso con un algodón.
- Se retira con agua (cuando se trata de una mascarilla destinada a la limpieza facial).

2- Mascarillas velo
Se tratan de mascarillas de un solo uso, en las que el producto viene impregnado en una “máscara” que puede ser de diferentes materiales:

- De hidrogel: están fabricadas con polímeros con un gran poder de absorción, lo cual permitirá la liberación de activos sobre la piel. A la hora de aplicarlas sobre el rostro, presentan la ventaja de adherirse mejor, lo que las convierte en una opción interesante para cuidar tu piel al mismo tiempo que haces otras actividades.
- De algodón: presentan una textura porosa y su aspecto es similar al de una tela. No tienen una gran adherencia, por lo que son ideales para disfrutar de un momento de relax durante 20 minutos.
- De papel o biocelulosa: son las más empleadas y tienen una adherencia intermedia entre las de hidrogel y las de algodón.
3- Mascarillas exfoliantes
Sirven para eliminar las impurezas y células muertas de las capas más externas de la epidermis, y también activan la circulación de la piel.
Se aplican con un ligero masaje en movimientos circulares y posteriormente se retiran con agua. El resultado es una piel más lisa y uniforme.
Este tipo de mascarillas no están recomendadas en pieles sensibles, ya que pueden producir cierta irritación.
4- Mascarillas en polvo
Se preparan mezclándolas con agua, se aplican en el rostro evitando contorno de ojos y labios, se dejan actuar el tiempo indicado y después se retiran.

Dentro de este grupo, están adquiriendo cada más protagonismo las mascarillas de goma. Una vez mezclados los polvos con agua, adquieren una textura gomosa que se aplica de forma generosa sobre la piel. Se dejan actuar y se retiran despegándolas del rostro. Presentan un cierto parecido a las de hidrogel en cuanto a la apariencia.
5- Mascarillas peel off

Se aplican en cantidad generosa y de manera uniforme sobre el rostro, y una vez secas se retiran despegándolas desde el cuello hacia la frente, como si de la propia piel se tratara.
En pieles sensibles no son la mejor opción, pues a veces la gran adherencia a la piel dificulta un poco el proceso de retirarla, pudiendo causar irritación.
Se emplean sobre todo para eliminar impurezas y limpiar los poros.
6- Mascarillas bubble-mask

Se trata de mascarillas purificantes que limpian los poros en profundidad.
Están compuestas por agua carbonatada, que en contacto con la piel se transforma en pequeñas burbujas que van aumentando de tamaño y produciendo un ligero cosquilleo.
Se dejan actuar hasta que el producto deja de “burbujear”, y se retiran con agua.
7- Mascarillas magnéticas
Tienen la apariencia de una mascarilla normal en crema, pero la peculiaridad está en su composición a base de partículas de hierro y en la manera de quitar el producto.
Se aplican por todo el rostro con la ayuda de una espátula, evitando ojos y labios. Se dejan actuar y pasados unos 10 minutos se retiran con la ayuda de un imán envuelto en papel para no mancharlo.
Los resultados que prometen son una piel libre de impurezas, más luminosa e hidratada.
8- Mascarillas efecto sauna

7th Heaven
Al aplicarlas producen un efecto calor que ayuda a limpiar los poros en profundidad. Además, este cambio de temperatura puede resultar relajante y tener un efecto antiestrés.
Su aplicación es igual a la de las mascarillas convencionales en crema. Se dejan actuar uno 15 minutos y se retiran con agua.
9- Mascarilla de oro
De entrada te diré que no son aptas para todos los bolsillos. Su elevado coste se debe al precio del oro en sí y al de la tecnología empleada para vehiculizarlo y que pueda llegar a ejercer efecto en la piel.
Se le atribuyen propiedades anti-edad, pues se dice que protege el colágeno y la elastina, retrasando la aparición de arrugas.
También promete estimular la microcirculación sanguínea, aumentando así la regeneración celular y la luminosidad de la piel.


10- Mascarillas en stick
Destacan por la comodidad de su formato en barra y por la facilidad a la hora de aplicarlas. En función de los ingredientes que incorporen, irán encaminadas a tratar una u otra problemática.
11- Multimasking
Se trata de combinar diferentes mascarillas según la zona del rostro, de acuerdo a las diferentes necesidades que presentan cada una de ellas.
Su aplicación conlleva más tiempo y paciencia, pero a cambio puedes aportar un cuidado personalizado a cada área del rostro y obtener resultados más eficaces.

¿Cómo escoger la mejor mascarilla para ti?
Al igual que con los demás tratamientos faciales y productos cosméticos que utilices, lo principal es conocer tu tipo de piel (seca, grasa, normal o mixta) y las necesidades de la misma en cada momento.
Teniendo claro este paso, ya puedes pensar en los siguientes: el problema que quieres atacar y el formato que vas a emplear.
Según el problema que quieres resolver, te interesarán unos activos u otros:
- Brillos y exceso de grasa. Utiliza una mascarilla matificante y purificante, que sea oil-free y con ingredientes seborreguladores como el óxido de zinc o la vitamina B6.
- Deshidratación. Escoge una mascarilla hidratante que incorpore activos como el ácido hialurónico, el pantenol, vitamina E y C.
- Sensibilidad. Si tienes una piel sensible y propensa a sufrir irritaciones, opta por ingredientes como el extracto de manzanilla, de caléndula y alantoína, que tendrán un efecto calmante.
- Piel apagada. Escoge mascarillas con activos que aumenten la luminosidad de la piel, como la vitamina C o la niacinamida.
- Envejecimiento. Si quieres combatir los signos del envejecimiento facial, escoge una mascarilla con activos anti-edad como la adenosina (aporta a las células la energía necesaria para mejorar la síntesis de colágeno, lo que contribuye a reducir arrugas y líneas de expresión).
- Obstrucción de los poros. Utiliza una mascarilla exfoliante para limpiar los poros en profundidad y eliminar las células muertas, dejando la piel suave y lisa.
Ahora toca seleccionar el tipo de mascarilla que más te guste de todas las que te mencioné anteriormente. Actualmente el mercado es tan amplio, que no te costará trabajo encontrar un formato cómodo para ti y que a su vez aporte a tu piel lo que necesita.
Mis mascarillas favoritas
Me declaro una fan absoluta de este tipo de productos cosméticos. No sólo por los resultados inmediatos que proporcionan, sino también porque puedes encontrar mascarillas faciales con un amplio rango de precios, lo que te permite probar muchos activos diferentes.
El “momento mascarilla” es para mí uno de los más esperados al final de la semana. Disponer de media hora de relax para tratar mi piel sin salir de casa y mientras leo un buen libro, no tiene precio.
Mis favoritas son las mascarillas de hidrogel, por la variedad de principios activos que incorporan, por la facilidad de aplicación y por la sensación tan suave al tacto que tienen.
Es tu turno
Y tú, ¿utilizas mascarillas de forma habitual?
Cuéntame en comentarios cuáles son tus favoritas