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Se acerca ese día tan especial y quieres conseguir un maquillaje perfecto para lucir una piel radiante. Así que te decides a comprar una base de alta cobertura con la que disimular todas las imperfecciones. Después de realizar una exhaustiva investigación en las redes, te decides por una que promete borrar ojeras, irritaciones, manchas, granos… además de tener una gran durabilidad. ¡Nada puede salir mal!
Pero adivina… el resultado no se parece en nada al de la modelo que la publicita. No consigues que se asiente bien en tu rostro, y optas por utilizar más producto para aumentar la cobertura. Y lo único que acabas consiguiendo es un “efecto máscara” nada favorecedor. Y lo de la durabilidad… mejor ni mencionar ese aspecto.
Automáticamente, lo primero que se te viene a la cabeza son afirmaciones del tipo “éste producto no sirve para mi piel”, “este maquillaje no cumple para nada lo que promete”, etc.
¿Y qué haces? Olvidar ese producto y empezar una búsqueda nueva, con la inversión de tiempo y dinero que eso implica (aunque no estés siendo consciente de ello).
¿Quieres saber el secreto para lograr un maquillaje perfecto?
Estarás pensando: «vale, entonces ¿cuál es el secreto para que ese producto funcione?»
La clave para un maquillaje perfecto y duradero es preparar y acondicionar la piel previamente.
Esto que puede parecer tan obvio, en la mayoría de los casos no se hace. Y déjame decirte que ningún producto, por muy bien formulado que esté, va a cumplir tus expectativas si no sigues los pasos adecuados.
A continuación te detallo cuáles son esos pequeños cambios que tienes que incorporar a tu rutina para lucir un make-up perfecto durante todo el día.
Pasos para tener una piel perfecta durante todo el día

1. Limpieza
Lo primero siempre es la limpieza facial. Da igual que te vayas a maquillar o no, es un paso indiscutible en tu rutina para eliminar todas las impurezas que se acumulan en el rostro durante el día y durante la noche.
Con una limpieza efectiva, dejarás la piel en perfectas condiciones para los pasos siguientes de tu rutina.
2. Tónico
No es imprescindible, pero dependiendo de las necesidades de tu piel puede aportarte un beneficio extra.
Entre sus funciones destaca la de restaurar el pH de la piel (algunos limpiadores o desmaquillantes faciales pueden alterarlo), disimular los poros (en pieles mixtas y grasas) o ejercer un efecto calmante (en pieles sensibles o irritadas).
3. Exfoliación
Consiste en la eliminación de las células muertas del estrato córneo de la epidermis (capa más externa de la piel) y en la eliminación de la suciedad de los poros. Los resultados son una piel más suave, libre de impurezas, tersa y luminosa.
Según el tipo de piel, la exfoliación se realizará con mayor o menor frecuencia (pieles grasa pueden requerirla 1 o 2 veces a la semana, en cambio en pieles secas puede ser suficiente cada 15 días).
Este paso marcará la diferencia de manera notable a la hora de aplicar tu maquillaje, consiguiendo esa cobertura uniforme de la que te hablaba al inicio.
4. Hidratación
Retener y aportar agua a la epidermis es fundamental, no sólo para preservar la salud de la piel, sino también para que luzca suave y sedosa. Para ello utiliza tu crema habitual o una que se adapte a tus necesidades.
Además de un maquillaje jugoso, conseguirás que no se cuartee con el paso de las horas.
5. Protección solar
¡Obligatorio! No va a aportar beneficios extras a tu maquillaje pero si a tu piel.
La protección solar es imprescindible si quieres prevenir el fotoenvejecimiento y mantener un cutis sano y sin manchas y retrasar la aparición de arrugas.
Deberás aplicar el fotoprotector siempre después de la hidratante (de lo contrario la hidratante no penetrará igual y disminuirá su efecto) y antes de la prebase.
6. Prebase o primer
Se aplican justo antes del maquillaje, y su función es alisar la piel, disimular poros y pequeñas arrugas, unificar el tono y aumentar la durabilidad de nuestro make-up.
¿El resultado? La piel se convierte en el lienzo perfecto y queda totalmente preparada para aplicar la base de maquillaje.
Existen primers formuladas en base agua y primers formuladas con una base siliconada. Las primeras son compatibles con cualquier tipo de maquillaje, en cambio las segundas no van a dar un buen resultado con aquellos formulados en una base acuosa, generando antiestéticos grumitos.
7. Maquillaje
Fluido, compacto, en polvo… Utiliza el que más te guste y que sea acorde a tu tipo de piel. Si tu piel es grasa o sueles tener brillos, lo ideal es una base con efecto mate. Si por el contrario tu piel es apagada, opta por bases que tengan un efecto luminoso. Si tienes muchas imperfecciones, actualmente existen maquillajes de muy alta cobertura capaces de disimular prácticamente todo.
Truco: nunca utilices tonos más oscuros que el tuyo. Es preferible utilizar un tono menos al que presenta tu piel y aplicar polvos de sol encima para aportar un aspecto más bronceado. De esta manera evitarás el tan famoso «efecto máscara» que a todas nos horroriza.
8. Fijador
Ahora ya sólo tienes que sellar el maquillaje para que dure horas en perfectas condiciones.
En spray o en polvo, escoge el formato que más te guste sin olvidar las características de tu piel. Por ejemplo, los fijadores en polvo son muy útiles para controlar los brillos, los sprays que incorporan alcohol serán un buen aliado para las pieles grasas, y aquellos con sustancias humectantes darán un plus de hidratación a las pieles más secas.

¡Ya no tienes excusa para lucir un maquillaje perfecto!
¡Ahora es tu turno!
🌸 Cuéntame, ¿conocías los pasos a seguir para conseguir un maquillaje uniforme y duradero durante todo el día?
🌸 Si ya sabías todo esto, ¿lo pones en práctica o sueles saltarte algún paso? ¿De cuál prescindes?
Nos vemos en el próximo post 🙂