Contenidos
- 1 ¿En qué se diferencia un ingrediente fotosensible de uno fotosensibilizante?
- 2 ¿Puedo usar retinoides durante el verano?
- 3 ¿El uso de alfahidroxiácidos es compatible con el sol?
- 4 ¿Puedo utilizar productos con vitamina C durante el verano?
- 5 ¿Qué cantidad de protector solar debo utilizar? ¿Cada cuánto tiempo se debe reaplicar?
- 6 ¿Puedo utilizar el protector solar de mis hijos?
Con la llegada del verano surgen siempre las mismas dudas acerca del uso de determinados cosméticos:
¿Puedo seguir utilizando retinoides? ¿Y alfahidroxiácidos? ¿El uso de vitamina C está contraindicado si voy a ir a la playa? ¿En qué se diferencia un ingrediente fotosensible de uno fotosensibilizante?
He pensado en reunir en este post algunas de las dudas más frecuentes, para que puedas consultarlas de forma más cómoda.
¡Empezamos!
¿En qué se diferencia un ingrediente fotosensible de uno fotosensibilizante?
Voy a empezar por esta pregunta porque así será más sencillo comprender algunas de las cuestiones que responderé a continuación.
👉 Un ingrediente fotosensible es aquél sensible a la luz; es decir, que en contacto con la luz solar se oxida, se degrada o pierde sus propiedades.
Esto hace que pueda cambiar de color, que se modifique su textura o que incluso huela mal. Para evitar que pase esto, se envasa en recipientes topacios.
El producto se estropea pero no daña nuestra piel.
Un ejemplo de ingredientes cosmético fotosensible es el ácido ascórbico.
👉 Un ingrediente fotosensibilizante, en cambio, es aquel que aplicado sobre la piel provocará una reacción adversa una vez que esta entre en contacto con la radiación solar.
Esta decir, la combinación de estos ingredientes con la luz hace que nuestra piel reaccione de manera anormal a la exposición solar, produciéndose manchas, quemaduras, rojeces, erupciones, prurito, etc.
El producto sí puede dañar nuestra piel.
Una gran cantidad de medicamentos puedes provocar reacciones de fotosensibilidad, por lo que debemos tener precaución durante la toma de los mismos.
En cuanto a los cosméticos, algunos de los más conocidos son los aceites esenciales (lavanda, bergamota, limón…), los perfumes (derivados cumarínicos), algunos colorantes y el tan famoso ácido retinoico.
¿Puedo usar retinoides durante el verano?
El ácido retinoico o tretinoína es el único fotosensibilizante, por lo que no debería utilizarse nunca por la mañana.
Los derivados de la vitamina A (retinol, retinal, retinyl palmitate o retinyl acetate), aunque no son fotosensibilizantes, disminuyen el grosor del estrato córneo (quedando la piel más desprotegida frente a la radiación solar) y también pueden provocar irritación. Esto obliga a extremar al máximo las medidas de fotoprotección durante su uso (imprescindible aplicar SPF 50 la mañana siguiente), con el fin de evitar posibles quemaduras que se sumarían a los efectos adversos característicos de los retinoides.
Mi recomendación general es dejar el uso de retinoides para después del verano, sobre todo si no los has utilizado nunca. Pero como digo, es una recomendación general.
Ten en cuenta que durante las primeras semanas de aplicación la piel debe acostumbrarse y es frecuente que esté más sensible. Lo que menos te conviene en este escenario son los largos días de sol en la playa.
Además, mencionar que los retinoides sí son fotosensibles, es decir; pierden su eficacia al exponerse a la luz. Este es otro de los motivos por los que generalmente se aplican por la noche.
🙋 Aquí te dejo un mini juego para que descubras si puedes emplear retinoides en verano o no.
¿El uso de alfahidroxiácidos es compatible con el sol?
Los alfahidroxiácidos no son fotosensible ni fotosensibilizantes.
Actúan disminuyendo la cohesión entre los corneocitos, provocando la descamación o exfoliación de las capas más superficiales de la piel. Esto puede aumentar la sensibilidad de la piel a la radiación ultravioleta.
Aunque su uso durante el verano no está contraindicado, sí se debe tener precaución y elegir concentraciones bajas para evitar una descamación excesiva y minimizar los posibles efectos irritantes.
El uso de protección solar al día siguiente es imprescindible.
¿Puedo utilizar productos con vitamina C durante el verano?
El ácido ascórbico y sus derivados (de los que hablé en profundidad en este post) tienen múltiples beneficios para la piel y dependiendo del objetivo que persigas, su aplicación se hará por la mañana o por la noche.
Generalmente se utiliza por la mañana por sus efectos antioxidantes y al contrario de lo que muchos creen no es incompatible con el sol, al contrario, ayuda a proteger nuestra piel de los radicales libres originados por la radiación ultravioleta.
Pero si vas a pasar el día en la playa yo no recomendaría utilizarla. Como ya comenté antes, la vitamina C no es fotosensibilizante pero sí es fotosensible. Se oxida con mucha facilidad al entrar en contacto con el aire, la luz y el calor, disminuyendo así su eficacia.
Aunque cada vez existen más formulaciones estabilizadas, el riesgo de que se degrade es alto. Por eso antes de largas exposiciones al sol no la aplicaría, porque probablemente su eficacia se verá disminuida.
Por lo demás, me parece un ingrediente muy interesante y totalmente apto para esta época del año.
¿Qué cantidad de protector solar debo utilizar? ¿Cada cuánto tiempo se debe reaplicar?
El uso de protector solar es uno de los pasos más importantes de la rutina facial. No sólo nos protege del envejecimiento prematuro de la piel, sino también de quemaduras y de posibles lesiones cancerígenas.
A este tema le dedicaré un post próximamente, pues aunque existe muchísima información al respecto considero que todavía no somos completamente conscientes de la importancia de utilizar fotoprotección a diario.
En cuanto a la cantidad que se debe aplicar, lo recomendable son 2mg/cm2, lo que equivale a una cucharilla de café o dos dedos de producto para cara y cuello. Es importante tener esto en cuenta, pues una cantidad menor a la indicada reduce significativamente la protección.
¿Y cada cuánto tiempo debemos reaplicarlo? Como norma general, cada dos horas si estamos en el exterior. Pero esto no es una norma a seguir al pie de la letra, ya que puede ser necesario aplicarlo antes de este tiempo (por ejemplo después de bañarnos en el mar o en la piscina, o si estamos realizando ejercicio al aire libre y sudamos mucho) o no necesitar una reaplicación tan asidua (por ejemplo si estamos en el interior).
¿Puedo utilizar el protector solar de mis hijos?
Los protectores solares pediátricos están formulados de forma que resistan mejor la fricción y tengan una mayor resistencia al agua.
Además, suelen presentar menor cantidad de alcohol y mayor porcentaje de filtros físicos para minimizar el riesgo de alergias.
Por todo ello, tú sí puedes utilizar el protector solar de tus hijos, pero no al revés.
¿Tienes más preguntas? Déjamelas en comentarios y las incluiré en este post para tenerlas todas a mano 🙂