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Hoy quiero hablarte del acné, no solo por ser una de las afecciones dermatológicas más frecuentes y más consultadas en la farmacia, sino también por la transcendencia psicológica que produce en quien la sufre.
El acné, dejando a un lado los evidentes signos que produce sobre la piel, puede llegar a constituir un verdadero problema de autoestima.
Si es tu caso, o el de alguien que conozcas, este post es para ti. Conocer su evolución y cómo funcionan los diferentes tratamientos tópicos te ayudará a no perder las esperanzas y a conseguir reconciliarte con tu piel.
¿Qué es el acné?
Es una afección de la piel producida por una alteración en la unidad pilosebácea.
Una unidad pilosebácea está formada por el tallo del pelo, el folículo piloso, la glándula sebácea y el músculo erector del pelo.
Consecuencia de esta alteración se desencadenan una serie de procesos que conforman los signos característicos de esta patología cutánea:
- Incremento de la producción de sebo.
- Alteración en la queratinización folicular.
- Colonización del folículo por la bacteria P. acnés.
- Inflamación.
Todo ello dará lugar a lo que estéticamente más preocupa a quienes sufren acné, que son los comedones (espinillas) y pápulas y pústulas (en casos más severos).
Las causas del acné
El acné está producido por múltiples factores y todos ellos inciden sobre las glándulas sebáceas. Estas glándulas se encuentran en mayor cantidad en la cara, en la espalda y en el pecho, lo que explica que sean las zonas más afectadas.
Los factores desencadenantes son los siguientes:
- Predisposición genética.
- Cambios hormonales. Las hormonas masculinas (andrógenos) actúan sobre las glándulas sebáceas estimulándolas, de modo que aumenta la producción de sebo, que como ya dije, es uno de los factores que desencadena el acné. Los niveles de estas hormonas aumentan durante la adolescencia, tanto en hombres como en mujeres, por eso el acné suele tener su inicio en torno a los 14-16 años.
- Hiperactividad de las glándulas sebáceas (aumento de la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas).
- Obstrucción del canal folicular (debido al aumento en la producción de sebo y a una queratinización anormal).
- Colonización del folículo por P. acnés
- Medicamentos.
- Cosméticos (sobre todo en caso de cosméticos grasos y comedogénicos).
- Condiciones climáticas
- Dieta (los alimentos con alto índice glucémico o los lácteos parecen ser inductores del acné).
- Estrés
La evolución del acné: cómo se forma una espinilla

En condiciones normales, las glándulas sebáceas producen sebo para lubricar y proteger la superficie de la piel (imagen 1).
Pero como ya te conté, tanto factores internos como externos pueden provocar una sobreestimulación de las glándulas sebáceas, aumentando la producción de sebo.
Al mismo tiempo se va a producir un engrosamiento anormal de las capas más externas de la piel, lo que se conoce como hiperqueratosis. La causa es la excesiva producción de corneocitos en los conductos de las glándulas sebáceas y una descamación inadecuada de las células muertas.
Este escenario constituye el medio idóneo para que P. Acnes se multiplique. Una vez colonizada la zona, formará una capa sobre la superficie de la piel que ayudará a dificultar el proceso de regeneración celular.
Todo ello origina un tapón que bloquea la glándula sebácea.

Poco a poco el sebo experimenta un cambio en su composición (disminuye la concentración de vitamina E y aumenta la concentración de escualeno). Se hace más denso, se va acumulando y la pared del folículo aumenta de tamaño (imagen 2).
Es en este punto cuando se generan los comedones, también llamados espinillas y puntos negros:
- Si el comedón está recubierto por la superficie de la piel, el sebo no llega a estar en contacto con el oxígeno, por lo que son de color blanco (espinilla).
- Si, por el contrario, no existe nada que recubra el comedón, adquirirá una coloración oscura debido a la oxidación del sebo en contacto con el oxígeno (puntos negros).

En casos de acné más severos, también se va a producir inflamación debido a la descomposición del sebo, originando pápulas y pústulas (imagen 3).
El proceso de manera esquemática sería este:

Cuáles son los tratamientos para el acné
Los objetivos que persigue el tratamiento del acné son resolver las causas que lo producen, minimizar la sintomatología y evitar las cicatrices. Este último punto es muy importante porque pueden llegar a ser irreversibles y generar un verdadero problema de autoestima.
Existen diferentes tratamientos para el acné que voy a clasificar en dos grupos: tratamientos sistémicos (aquellos administrados por vía oral) y tratamientos tópicos (que se aplican sobre la superficie cutánea).
Tratamientos sistémicos
No voy a profundizar en este apartado porque se trata de medicamentos (los más conocidos son los antibióticos, pero este grupo también engloba tratamientos hormonales, corticoides o antiinflamatorios) y deben ser prescritos por un dermatólogo.
Generalmente no constituyen la primera opción de tratamiento. Su empleo va destinado a los tipos de acné más severos y siempre acompañado de medidas higiénico-dietéticas.
Nunca te automediques. En la actualidad la resistencia a los antibióticos constituye un problema muy importante de salud pública y están dejando de ser efectivos por el mal uso que se les está dando.
Tratamientos tópicos
Son los más utilizados para el tratamiento del acné de carácter leve o moderado.
Peróxido de benzoilo
Agente antibacteriano con demostrada eficacia. A diferencia de los antibióticos, no crea resistencias, lo que lo convierte en una opción muy interesante.
Se aplica una o dos veces al día en función de la severidad del caso y de la tolerancia cutánea, ya que puede producir sequedad e irritación (sobre todo al inicio del tratamiento).
Antibióticos: eritromicina o clindamicina
Deben ser prescritos y controlados por el dermatólogo, y su uso prolongado puede favorecer la resistencia bacteriana.
Actúan evitando la infección por P.acnes y como antiinflamatorios.
Retinoides
La Tretinoína fue el primer retinoide tópico empleado en el tratamiento del acné.
Interfiere en la queratinización anómala del folículo polisebáceo, tiene acción comedolítica (contribuye a la expulsión del comedón), y favorece la descamación, evitando así que aparezcan nuevas lesiones.
Presenta reacciones adversas como sequedad, irritación, picor, ardor…
También se emplean otros retinoides como el adapaleno y el retinaldehido, que aunque son menos potentes, tienen una mejor tolerancia. Estos, a diferencia de la tretinoína, no requieren receta médica, aunque sí es conveniente que lo utilices bajo consejo e indicaciones de tu farmacéutico.
Alfa hidroxiácidos
Se emplean para desobstruir los poros, gracias a la capacidad que tienen de eliminar las células muertas en la superficie de la piel.
Ácido salicílico
Es un Beta hidroxiácido muy empleado por ser liposoluble y poder penetrar en el poro, disolviendo así el sebo acumulado.
También destaca por sus propiedades antiinflamatorias, que ayudan a disminuir la hinchazón y el enrojecimiento.
Ácido azelaico
Se trata de un antibacteriano tópico, que tiene acción antimicrobiana, comedolítica y levemente antiinflamatoria.
Produce menos irritación que el peróxido de benzoilo y que los retinoides, algo a tener en cuenta para evitar la pérdida de adherencia al tratamiento.
Niacinamida
La Niacinamida o Nicotinamida es una forma de la vitamina B3 con múltiples propiedades cosméticas. Entre ellas su eficacia en el tratamiento del acné leve, gracias a su acción seborreguladora y antiiflamatoria.
Otros tratamientos
Otros tratamientos complementarios son los peelings químicos. Se utilizan sustancias como los alfa hidroxiácidos o beta hidroxiácidos, con el fin de disminuir la cohesión de los queratinocitos y facilitar la expulsión del comedón.
Además, también resultan beneficiosos en el tratamiento de las marcas y las cicatrices provocadas por el acné.
Sea cual sea el tratamiento pautado, es imprescindible una buena higiene facial.
Se deben emplear jabones suaves que no comprometan la integridad de la barrera cutánea.
En principio, dos veces al día es suficiente. No conviene lavar en exceso; lo único que conseguiremos con esto será debilitar el manto hidrolipídico e irritar la piel.
Si sufres acné, es importante que sepas esto
Tener acné puede resultar odioso y generar mucha frustración. Si es tu caso, no te desesperes si al inicio del tratamiento, lejos de mejorar, tu acné incluso empeora. Es completamente normal.
Por otra parte, debes saber que estos tratamientos son de duración prolongada y que los efectos beneficiosos pueden tardar semanas en aparecer.
Conocer estos aspectos así como la evolución de la enfermedad, te ayudará a no abandonar la terapia sobre todo a los inicios.
Medidas generales que debes tomar si sufres acné
No olvides seguir estos consejos para conseguir eliminar o mantener controlado el acné:
- Una higiene adecuada es esencial.
- No olvides hidratar bien la piel.
- Emplea cosméticos no comedogénicos y libres de grasa.
- Utiliza siempre protección solar.
- Nunca manipules las lesiones, pues puedes originar sobreinfecciones y cicatrices irreversibles.
- Seca la cara a golpecitos, nunca frotando.
- Después de realizar ejercicio limpia bien la piel.
- El maquillaje es una opción estupenda para disimular los granos e imperfecciones, sólo asegúrate de que sea oil-free.
Espero que este post te ayude, sobre todo, a no perder las esperanzas. Sé paciente, y con constancia y perseverancia ten por seguro que los resultados que esperas llegarán 😊
Bibliografía
www.vademecum.es (17-10-2019)
www.aeped.es (17-10-2019)
Aurora Benaiges (2003). El acné, su tratamiento y las lesiones residuales que provoca. [Versión electrónica]. Vol 22 (8). 65-72
Àngels Llarch (2004). Acné. [Versión electrónica]. Vol 23 (8). 80-86
www.laroche-posay.es. Qué es el acné y cuáles son sus causas. (15-10-2019)
www.eucerin.es (15-10-2019)